Benito Juárez
(San Pablo Guelatao, México, 1806 - Ciudad de México, 1872) Político liberal mexicano, presidente de la República entre 1858 y 1872. Tras un periodo de tres décadas en que el conservador Antonio López de Santa Anna había dominado la vida política del país, Benito Juárez se esforzó en sus mandatos en llevar a la práctica el ideario liberal, dictando leyes para hacer efectiva la reforma agraria, la libertad de prensa, la separación entre la Iglesia y el Estado y la sumisión del ejército a la autoridad civil.
Benito Juárez
Su labor modernizadora topó con inmensas dificultades: la reacción conservadora dio lugar a la guerra de Reforma (1858-1860) y los problemas económicos motivaron el impago de la deuda y la intervención francesa en México (1863-1867). No menos convulsos fueron sus últimos años, y las deserciones surgidas de su propio partido llevarían, tras su fallecimiento, a la longeva dictadura de Porfirio Díaz. Pese a que pocas de sus realizaciones fueron duraderas, su entrega a unos ideales de justicia social es justamente apreciada, y la historiografía lo reconoce como la figura capital del liberalismo mexicano en el siglo XIX.
Biografía
Hijo de Marcelino Juárez y Brígida García, matrimonio indígena de humilde condición, Benito Juárez quedó huérfano siendo niño y cursó sus primeros estudios en su pueblo natal. Tenía veinte años cuando ingresó en el Instituto de Ciencias de Oaxaca, donde se licenció en derecho. Su preocupación por la realidad social y en particular por la situación de los campesinos lo llevó a adherirse a los ideales liberales que venían difundiéndose por América desde
la Revolución Francesa y a participar activamente en la política.
En 1831 Benito Juárez fue elegido regidor del ayuntamiento de Oaxaca y, un año después, diputado al Congreso del Estado. Era éste el primer paso de una actividad que le llevaría a ser el máximo mandatario de la nación, aunque para ello debió ascender lentamente en el escalafón político, sortear dificultades sin cuento, padecer el exilio, sufrir la cárcel, encabezar una guerra civil y atraerse la ira de numerosos enemigos. La energía con que defendió los intereses que representaba le valió en 1846 ser diputado por Oaxaca ante el Congreso de la Unión. Un año más tarde fue designado gobernador de su estado natal, cargo en el que permaneció hasta 1852.
Su oposición al tratado de Guadalupe-Hidalgo, por el que México perdió vastas zonas de su territorio en favor de Estados Unidos, encontró cauce en las filas liberales y en la defensa de un proyecto federalista. Sin embargo, los conservadores lograron una vez más hacerse con el poder en 1853, acaudillados por el general
Antonio López de Santa Anna, y Juárez se vio obligado a exiliarse en Cuba.
Benito Juárez
Al cabo de dos años regresó y se adhirió al plan de Ayutla, entre cuyos firmantes figuraban los generales Villarreal, Comonfort y Álvarez. Al triunfar el pronunciamiento fue designado consejero de Estado y, bajo la presidencia de
Ignacio Comonfort (1855-1857), ministro de Justicia. Como tal promulgó una serie de leyes que restablecían las libertades de enseñanza, imprenta y trabajo y anulaban las prerrogativas del clero y el ejército.
La guerra de Reforma
Sus disposiciones legislativas, que inspiraron la Constitución de 1857, de corte liberal, motivaron la reacción de los conservadores, quienes se pronunciaron al año siguiente en el plan de Tacubaya. Comonfort pactó con ellos, dio un golpe de Estado y encarceló a Juárez, lo cual fue el detonante del conflicto civil llamado la guerra de Reforma (1858-1860).
Como presidente de la Corte Suprema de Justicia, Juárez, que había conseguido huir, se convirtió en el presidente legítimo, de acuerdo con la Constitución. Presionado por sus enemigos, hubo de refugiarse en Panamá, pero regresó en mayo de 1858 para establecer su gobierno en Veracruz. Desde allí expidió las leyes de Reforma y proclamó una Constitución más radical que la anterior. En 1859 su gobierno fue reconocido por los Estados Unidos, y, con su ayuda, los liberales derrotaron finalmente a los conservadores en 1860.
La ocupación francesa
Sin embargo, las graves dificultades económicas por las que pasaba el país obligaron a Juárez a suspender el pago de la deuda externa. La medida motivó la intervención armada del Reino Unido, España y Francia en 1861 y sumió de nuevo al país en una tensa situación de guerra. Las promesas de Juárez determinaron la retirada de las dos primeras potencias, pero Francia, en connivencia con los conservadores, invadió México en 1863, y en 1864, tras ocupar la capital, acabó por imponer al archiduque Maximiliano de Austria como emperador de México.
Ante la instauración del Imperio de
Maximiliano I, Benito Juárez se retiró a Paso del Norte y desde allí organizó la resistencia. Hombre de leyes por encima de todo, prorrogó no sin profunda vergüenza y violencia interna sus poderes presidenciales hasta que terminase la guerra, y emprendió enseguida la ofensiva republicana, que triunfaría tras el sitio de Querétaro en 1867 y se saldaría con el fusilamiento de Maximiliano el 19 de junio en el Cerro de Campanas.
Los últimos mandatos
Con el país empobrecido y desunido, fue reelegido por séptima vez en agosto de 1867. Juárez restauró la República federal y dio vigencia a las leyes de Reforma. Pero el último lustro de su vida política estaría marcado por revueltas y conflictos de toda índole. Por una parte, proliferaban en México brotes de bandolerismo y grupos guerrilleros revolucionarios, y por otra el sistema constitucional, que se había impuesto tras arduas luchas contra las poderosas fuerzas de la reacción, comenzaba a desacreditarse ante las acusaciones de fraude electoral. Para colmar el vaso, el presidente inició impopulares reformas con objeto de acumular en sus manos un mayor poder ejecutivo.
Ignacio Zaragoza
(Ignacio Zaragoza Seguin; Bahía del Espíritu Santo, Texas, 1829 - Puebla, 1862) Militar mexicano. De ideas progresistas, luchó contra la dictadura de Santa Anna y apoyó a Benito Juárez durante la Guerra de Reforma (1858-1960), contribuyendo decisivamente a la victoria final de los liberales. Dos años después, en los inicios de la invasión francesa de México, obtuvo una brillante victoria en la batalla de Puebla (5 de mayo de 1862), por la que es honrado como héroe nacional; lamentablemente, una enfermedad puso fin a su vida pocos meses después, a los treinta y tres años de edad.
Ignacio Zaragoza
Ignacio Zaragoza estudió en Matamoros y en el seminario de Monterrey. Hijo de un militar, su vocación castrense se manifestó ya en la adolescencia: a los diecisiete años quiso alistarse en el ejército para participar en la Guerra Mexicano-Estadounidense (1846-1848), pero su solicitud fue rechazada. Durante algunos años se dedicó al comercio en Monterrey; en 1853 ingresó, con el grado de sargento primero, en la recién creada Guardia Nacional de Nuevo León.
Desde la proclamación de la independencia, la vida política del país se había desarrollado a la sombra del general
Antonio López de Santa Anna, que inició ese mismo año el que sería su último mandato presidencial (1853-1855). Una de sus disposiciones fue incorporar las guardias nacionales al ejército regular; a causa de este cambio, Zaragoza fue promovido a capitán y destinado a Tamaulipas.
Maximiliano I
(Viena, 1832 - Querétaro, México, 1867) Emperador de México (1864-1867). Maximiliano era un archiduque de la Casa de Habsburgo, hermano del emperador
Francisco José I de Austria y yerno del rey belga
Leopoldo I. En 1857 fue nombrado gobernador de las provincias italianas de Lombardía y el Véneto, pertenecientes al Imperio Austriaco; y, como tal, sufrió el ataque del Piamonte que, con el apoyo militar del Segundo Imperio francés, le arrebató la Lombardía y puso en marcha la unificación de Italia en 1859.
Maximiliano I
Desde entonces se retiró de la vida pública, dedicándose a viajar y estudiar botánica. En 1863 Maximiliano volvió a entrar en los planes de
Napoleón III: el emperador francés había invadido México para exigir el pago de las deudas del gobierno de
Benito Juárez en 1861 y, una vez allí, había decidido convertirlo en un Estado satélite, desde el cual contener la influencia anglosajona en América Latina en beneficio de Francia, aprovechando el debilitamiento de los Estados Unidos por la Guerra de Secesión (1861-65).
Napoleón hizo que la asamblea de notables conservadores que le apoyaban en México ofreciera la Corona del país a Maximiliano, para así reconciliarse con Austria y compensarle por la pérdida del Piamonte. Maximiliano aceptó en 1864 y se convirtió en emperador de México, apoyándose en la opinión católica y conservadora frente a los liberales de Juárez, que contaban con el apoyo popular.
Maximiliano I de México aplicó una política encaminada a propósitos liberales afectando a los grupos conservadores, pues con los decretos sobre nacionalización de bienes eclesiásticos y de libertad de cultos, ratificó las Leyes de Reforma juaristas. Su popularidad fue cayendo no sólo ante los ojos de los conservadores mexicanos que lo colocaron en el poder, sino ante el mismo Napoleón III, quien le retiró su ayuda económica y militar.
Carlota I de México
(Carlota Amalia de Bélgica o Carlota I, emperatriz de México; Laeken, 1840 - castillo de Bouchout, 1927) Emperatriz de México, esposa del emperador
Maximiliano I de México. Era hija del rey
Leopoldo I de Bélgica y de la princesa María Luisa de Orleans. En 1857 contrajo matrimonio con Maximiliano de Habsburgo, archiduque de Austria, quien siete años después sería coronado emperador de México.
La emperatriz Carlota de México
El 10 de abril de 1864, en efecto, Maximiliano y Carlota recibieron en el castillo de Miramar a la comisión enviada por la Junta de Notables de México para ofrecerles el trono del país, el cual aceptaron creyendo que era una petición de todo el pueblo. El 12 de junio de aquel año llegaron a la capital de México, y luego se instalaron en el castillo de Chapultepec.
En su corto reinado (1864-1867), Carlota de México asumió las funciones propias de su rango, y durante algunos meses, mientras Maximiliano visitaba el interior del país, encabezó la regencia del Imperio. La presión de los grupos liberales, con el presidente legítimo
Benito Juárez a la cabeza, y la imposibilidad de Maximiliano para mantener el control militar en el país, pusieron en peligro la Corona, obligando a Carlota a viajar a Francia en busca de apoyo en 1866.
Tras fracasar en la empresa, la emperatriz Carlota marchó a Roma para entrevistarse con el papa. Fue entonces cuando se manifestaron los primeros síntomas de su enajenación mental, agravados por el fusilamiento de su marido en México. La familia real belga la alojó en el castillo de Tervueren, al que llegó el 6 de agosto de 1867, casi dos meses después del fusilamiento de Maximiliano. Carlota de México residió después durante una temporada en el palacio de Laeken, desde donde partió definitivamente al castillo de Bouchout, lugar en el que quedó recluida hasta su muerte.